Ruth y Noemí

En un lugar llamado Moab vivía una linda familia. Elimélec, su esposa Noemí y sus dos hijos se fueron allí porque había más alimentos que donde vivían antes. Después de un tiempo, Elimélec murió pero Noemí no estaba sola pues aún tenía dos hijos.

Sus hijos se casaron pero después de aproximadamente diez años también murieron. Al menos Noemí aún tenía a las esposas de sus hijos para que la acompañaran, sus nombres eran Orpah y Ruth.

Noemí llamo a las esposas de sus hijos y les dijo: "voy a regresar a donde vivía antes y me gustaría que ustedes también regresaran donde sus familias donde vivían antes. Y que Dios les muestre la misma bondad que ustedes me han mostrado." Todas lloraron y se abrazaron porque eran muy buenas amigas.

Orpah no quería dejar a Noemí pero ella le dijo que no se preocupara, que estaría bien. Así que Orpah se marchó y regresó con su familia. Pero sin importar lo que Noemí le dijera a Ruth, ella no se iba. "No me pidas que me vaya. Donde vayas yo iré, y donde estés yo estaré. Tus amigos serán mis amigos y tu Dios será mi Dios."

Así que Ruth y Noemí regresaron juntas a Belén. Fue muy bueno que Ruth fuera con Noemí porque Belén era muy lejos y Noemí no hubiera podido viajar sola. Fíjate que Ruth nunca se queja, sino que es una buena amiga para Noemí. No estaba esperando nada a cambio, solo quería ayudar.

Cuando llegaron, Ruth decidió que trabajaría de alguna manera. Era la época de la cosecha, así que trabajó en los campos andando detrás de los cosechadores, y recogió la cebada que dejaban caer.

El dueño del campo llegó a saludar a los trabajadores y notó a Ruth. Le preguntó a uno de ellos quien era esa mujer. "Regresó de Moab con Noemí, es todo lo que sé." Por fortuna para Ruth el dueño del campo era Boaz, un hombre amable que creía en Dios. También era familiar de Elimélec (el esposo fallecido de Noemí).

Boaz fue a hablar con Ruth, y le dijo: "no vayas a trabajar en ningún otro campo, quédate aquí con las otras muchachas sirvientes. Me aseguraré de que estés segura y cuando tengas sed ve y bebe de las jarras de agua." Cuando Ruth oyó esto se inclinó hacia Boaz y le pregunto: "Por qué eres tan amable conmigo, si ni siquiera soy de aquí."

Boaz contestó: "sé lo que has hecho por Noemí, dejaste tu familia y te fuiste a un lugar donde nunca habías estado. Que el Señor te recompense por tu bondad."

Ruth le agradeció a Boaz y continuó su trabajo bajo el sol ardiente. Boaz inclusive ordenó a sus trabajadores que dejaran caer más cebada para que Ruth pudiera tener más para ella.

Ruth llevó toda a cebada a casa y compartió lo que tenía con Noemí. Y eventualmente Ruth se casó con Boaz ¡y todos fueron muy felices!

Ser un buen amigo es algo que lleva mucho tiempo en aprenderse. Un buen amigo es leal, lo que significa que cumples tus promesas y a veces cuando no tienes ganas de ser amigo, de todas formas lo eres. Algunas veces nuestros amigos no son perfectos y cometen errores, pero nosotros también cometemos errores, y no queremos que nuestros amigos nos dejen cuando esto sucede.

Dios nos da amigos cuando los necesitamos, y deberíamos tratarlos como un regalo de Dios. Al igual que en la historia, Noemí podía haber insistido en que las otras mujeres se fueran con ella, pero no era egoísta y quería que fueran libres de ir a casa con sus familias. Y Ruth tenía muy buena actitud y quería ayudar, así que se alejó de todos los que conocía y fue a trabajar para ayudar a Noemí. No le dijo a todos lo buena amiga que era, sabía que debía ser una amiga como Dios quería que fuera.

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