Historias de la Biblia de DLTK para niños
La Torre de Babel
por Sharla Guenther
La historia de hoy se trata del orgullo. Orgullo es cuando piensas que eres mejor que alguien más. El problema con esto es que Dios odia el orgullo. Cuando pensamos que somos mejores que otros también empezamos a pensar que no necesitamos a Dios y que podemos manejar las cosas nosotros mismos.
Y el asunto es que SIEMPRE necesitamos a Dios. El nos hizo de para que lo necesitáramos. El quiere que confiemos en Él y pidamos su ayuda. Si pensamos que comprendemos todo y que lo sabemos todo, entonces realmente estamos siguiendo nuestro propio camino y alejándonos de Dios.
Solo piensa en la última vez que desobedeciste a tus padres o que no fuiste amable con un amigo. Pusiste tus pensamientos y tus sentimientos en primer lugar y no te importó como se sintiera la otra persona. Eso es orgullo.
En esta historia verás como Dios maneja el orgullo y lo mucho que Él desea que no suceda. Todos comenzó con un rey llamado Nemrod.
Todo iba de maravilla. Todas las personas en el mundo entero hablaban el mismo idioma. Algunas personas terminaron viviendo en un lugar llamado Babilonia.
Entonces el rey Nemrod decidió que quería ser famoso. Quería que todos lo conocieran y que supieran lo grandioso que era. Y convenció a la gente que vivía en Babilonia de que ellos también podían ser grandiosos si construían una torre que subiera hasta el cielo.
Así que las personas se pusieron a trabajar haciendo ladrillos para la Torre de Babel. Era un trabajo difícil pero ellos querían que todos supieran que habían hecho la torre que llegaba hasta el cielo, así que trabajaron más duro.
También se convencieron de que al construir la torre se mantendrían unidos. Y como ya hablaban el mismo idioma, ahora construirían la torre juntos. Su orgullo se había apoderado de ellos y solo podían pensar en que el mundo entero los conocería por haber construido la torre más grande y la mejor de todas.
Dios vio lo que estaba pasando, pero decidió bajar a la tierra y ver la torre que estaban construyendo. Dios podía ver que los corazones de las personas estaban más enfocados en ellas mismas y en la torre que en Él, y estaba muy desilusionado y enojado con ellos.
Dios dijo: "veo que las personas piensan que pueden hacer cualquier cosa porque todos hablan el mismo idioma. Ya comenzaron a alejarse de mí y pronto ya no quedará nada bueno, y solo pecarán. Voy a confundir su idioma para que no se entiendan unos con otros, y así no podrán trabajar juntos para pecar contra mí."
Después de que Dios dijo esto, las personas ya no pudieron entenderse unas con otras. Parecía como si solo balbucearan e hicieran sonidos extraños. De repente toda la gente hablaba idiomas diferentes, algunos hablaban francés, algunos español, otros chino, además de muchos otros idiomas. Estaban muy confundidos.
Este fue el comienzo de los idiomas. Imagina lo que hubiera pasado si la gente no hubiera tratado de construir la torre y en lugar de eso se hubieran enfocado en Dios. Tal vez hoy todos hablaríamos el mismo idioma.
A partir de ese día el Señor dispersó a las personas por toda la tierra.
Es interesante porque cuando comenzaron a construir la torre, Babel significaba "la puerta a Dios" pero después de que Dios confundió su idioma, significaba "confusión". Se dice que la palabra en inglés babble (balbucear) que usamos hoy viene de ese día en que todos balbuceaban confundidos.
Entonces puedes ver cuánto odia Dios el orgullo. Las personas hubieran podido hacer cosas asombrosas para Dios cuando hablaban el mismo idioma, y así se hubieran unido. Pero en lugar de eso decidieron hacer algo tonto y construir una gran torre solo para que otros los notaran y los llamaran grandiosos.
Lo opuesto a orgullo es humildad, o ser humilde. Para ser humilde, debes entender que TODOS (los pobres, las personas con discapacidades, de razas diferentes, etc.) son especiales. Cada uno de nosotros puede ser bueno en algunas cosas, pero puedes estar seguro de que cada persona es especial en algo diferente a ti.
Si quieres ser humilde recuerda escuchar a tus padres y a aquellos que tienen autoridad, ser amable con otros en lugar de menospreciarlos, y leer tu Biblia y orar. Al hacer estas cosas no te estás enfocando solo en ti mismo.
¡Después de todo, el orgullo solo ocasiona muchos problemas!
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