[in English]

Actividades educativas de DLTK para niños
¡Colmillos!

¡Colmillos!

Aunque la mayoría de las serpientes tienen dientes, dos hileras en la parte superior y dos en la inferior, no todas tienen colmillos; sólo las serpientes venenosas tienen colmillos.

Los colmillos son dientes afilados, largos, huecos o estriados que están conectados a un pequeño saco en la cabeza de la serpiente detrás de sus ojos.  Estos sacos producen un líquido venenoso que se llama ponzoña.  Cuando una serpiente muerde, la ponzoña se libera y comienza a actuar inmediatamente para matar o paralizar a la presa.  En algunas serpientes con colmillos realmente largos, estos se doblan hacia atrás en la boca ¡para que no se muerdan ellas mismas!  Cuando una serpiente pierde o se rompe un colmillo, otro crece en su lugar.

Como el veneno actúa casi inmediatamente, algunas serpientes sostienen al animal, que tiene la mala suerte de estar en su boca, hasta que deja de luchar y la serpiente puede comenzar a engullirlo. Otras serpientes muerden y luego liberan al animal, así la presa no las hiere mientras lucha y muere lentamente. Estas serpientes usarán su lengua, moviéndola rápidamente, para oler y seguir a la víctima hasta que esta muere y puede comerse.

Se cree que las serpientes de mar son las más venenosas de todas. Otras serpientes venenosas incluyen Víboras, Boca de Algodón, Cascabel, Cabeza de Cobre y  Cobras  ¡Las cobras escupidoras pueden escupir su veneno hasta a 6 pies de distancia!

En muchos países, se cazan las serpientes venenosas  y su veneno se “ordeña” de sus colmillos exprimiendo el saco que lo contiene y forzando su liberación. Este veneno se usa para crear una medicina que se llama suero antiofídico que se usa para salvar las vidas de las personas que han sido mordidas por serpientes.  Las serpientes siguen produciendo más veneno durante toda su vida.

 

< anterior     siguiente >