En la mañana de su cumpleaños número quince, la Princesa se despertó temprano – emocionada
de ser un año mayor. Se levantó tan temprano en la mañana que se dio cuenta de que todos los demás aun dormían. La Princesa recorrió los pasillos tratando de mantenerse ocupada hasta que se
despertara el resto del castillo. Se paseó por todos lados, mirando las habitaciones y pasillos que quería y finalmente llegó a una vieja torre. Subió por la angosta escalera en espiral y
llegó a una pequeña puerta. Una llave oxidada estaba pegada a la cerradura y, cuando la giró, la puerta se abrió.