[story in English]

Manualidades de DLTK para niños
La historia de ricitos de oro y los tres ositos

por Leanne Guenther

tres osos

Había una vez una pequeña niña llamada Ricitos de oro, quien un día salió a caminar por el bosque.  Muy pronto encontró una casa y golpeó a la puerta.  Cuando vio que nadie salió, decidió entrar.

En la mesa de la cocina había tres platos de avena.  Ricitos de oro estaba hambrienta.  Decidió probar la avena del primer plato.

“¡Esta avena esta muy caliente!" exclamó.

Luego probó la avena del segundo plato.

"¡Esta avena esta muy fría!" dijo 

Después probó el último plato de avena.

"Ahhh, esta avena esta perfecta", dijo alegremente, y se la comió toda.

Después de haberse comido los desayunos de los tres ositos decidió que estaba un poco cansada.  Caminó hacia el salón y allí vio tres sillas.  Ricitos de oro se sentó en la primera silla para poder descansar los pies.

"¡Esta silla es muy grande!" exclamó.

Entonces se sentó en la segunda silla.

"¡Esta silla también es muy grande!" se quejó.

Luego probó la ultima silla, que era la más pequeña.

"Ahhh, esta silla esta perfecta", suspiró.  Pero justo en el momento en que se acomodó en la silla a descansar, ¡esta se rompió en pedazos!

Ricitos de oro ya estaba demasiado cansada para entonces y subió las escaleras que llevaban a la habitación.  Se acostó en la primera cama, pero era demasiado dura.  Luego se acostó en la segunda cama, pero era demasiado suave.  Luego se acostó en la tercera cama y le pareció perfecta.  Ricitos de oro se quedó dormida.

Mientras dormía, los tres ositos regresaron a casa.

"Alguien se ha estado comiendo mi avena", gruñó el Papá oso.

“Alguien se ha estado comiendo mi avena", dijo la Mamá osa.

ricitos de oro y los tres ositos“Alguien se ha estado comiendo mi avena y ¡se la comió toda!" gritó el Bebé oso.

“Alguien se ha estado sentando en mi silla", gruñó el Papá oso.

“Alguien se ha estado sentando en mi silla", dijo la Mamá osa.

Alguien se ha estado sentando en mi silla y la rompió en pedazos", gritó el Bebé oso.

Decidieron mirar alrededor un poco más y cuando subieron las escaleras que llevaban a la habitación, el Papá oso gruñó, "Alguien ha estado durmiendo en mi cama",

“Alguien ha estado durmiendo en mi cama también" dijo la Mamá osa

“Alguien ha estado durmiendo en mi cama y ¡sigue ahí!" exclamó el Bebé oso.

Y en ese preciso momento Ricitos de oro se despertó y vio a los tres osos.  Gritó "¡ayuda!”, saltó de la cama y salió corriendo de la habitación.  Ricitos de oro bajó corriendo la escalera, abrió la puerta y corrió internándose en el bosque.  Y nunca regresó a la casa de los tres ositos.

 

FIN

 

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