Pero Caperucita Roja vio unas flores hermosas en el bosque y olvidó la promesa que le hizo a su madre. Recogió algunas, observó las mariposas revolotear por un momento, escuchó a
las ranas croar y luego recogió mas flores.
Caperucita Roja estaba disfrutando tanto de ese día cálido de verano que no notó una sombra negra que salió del bosque y que se le acercaba por
detrás...