Cuando Jack se despertó la mañana siguiente, su habitación parecía extraña. El sol iluminaba parte de
esta como lo hacía normalmente, pero el resto estaba muy oscuro y con sombras. Así que Jack se levantó de un salto, se vistió y caminó hacia la ventana. Y ¿Qué crees que vio? Los fríjoles que
había lanzado por la ventana hacia la huerta habían brotado y se habían convertido en una gran planta de fríjoles que subía y subía hasta alcanzar el cielo.
Usando las hojas y las enredaderas retorcidas como si fueran peldaños de una escalera, Jack trepó y trepó hasta que finalmente alcanzó el cielo. Y cuando llegó allí encontró un ondulado camino largo y ancho entre las nubes que llevaba a un alto castillo en la distancia.
Jack corrió por el camino hacia el castillo y tan pronto llegó a él, la puerta se abrió para revelar una horrible giganta, con un inmenso ojo en medio de su frente.
Tan pronto como Jack la vio, se volteó y salió corriendo, pero ella lo atrapó y lo arrastró dentro del castillo.