El cortador de bambú subió por la montaña por muchas horas. Llegó a un pequeño sitio despejado en el camino y notó una pequeña mariposa azul y negra revolando suavemente hacia él. ¡Sígueme! Escuchó que alguien le susurraba. El cortador de bambú se detuvo un rato para observar a la mariposa que danzaba a su alrededor. No podía creer lo que había oído… ¡la mariposa le había hablado!

El cortador de bambú siguió a la mariposa que revoloteaba por los caminos del Monte Fuji. Finalmente, la mariposa lo guio a un brillante sendero de luz plateada que lo conducía a un claro con un gran árbol de bambú y un pequeño estanque. Una hermosa luz plateada brillaba en el agua.
"¡Sígueme!" susurró la mariposa mientras batía sus alas con elegancia y se posaba en un objeto entre las ramas del árbol.