Mientras la bruja se concentraba en la forma de rebanar de Gretel, Hansel movió silenciosamente el hueso delgado en la cerradura de su jaula:

¡TIN! ¡TIN! ¡TRAS!

un olla

Despacio y silenciosamente, Hansel retiró el hueso y esperó pacientemente para ejecutar su plan.

Una vez que Gretel terminó de rebanar, la bruja llevó el montón a la olla que estaba directamente debajo de Hansel.

"¿Y qué estás esperando, lindura? ¡Ayúdame a echar esta comida en la olla!” le ordenó la bruja a Gretel.

"Mmm…no parece que esa olla esté tan caliente" dijo Gretel.

"Pondré tus piececitos en ella y veremos" se burló la bruja.

"¿Cómo puedes confiar en que te diga que sí está bien caliente? Seguro que mentiré y la comida nunca se cocinará para que la coma mi hermano" contestó Gretel.

La bruja frunció el ceño y miró la olla y luego a Gretel una y otra vez. "Oh...supongo que tienes razón...quédate ahí. Veré si el agua está casi hirviendo" resopló la bruja.

 

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