Por Leanne Guenther basada en el cuento de hadas de Hans Christian Andersen
Muy lejos en el océano, donde el agua es tan azul como la más hermosa flor de aciano, y tan clara como el cristal vivía una hermosa princesa llamada Sara. Sara era como las otras princesas que quizás hayas conocido, con una sola excepción – ¡Sara era una sirena!
Pero, no podemos imaginar que no haya nada en lo profundo del mar aparte de arena amarilla solamente. No, de hecho; las flores y plantas más sorprendentes crecen allí; peces coloridos, tanto grandes como pequeños se deslizan entre las ramas, de la misma manera que los pájaros vuelan entre los árboles en esta tierra. En el lugar más profundo de todos se levanta el castillo del Rey del Mar. Sus paredes están hechas de coral, el techo esta formado de conchas que abren y cierran al vaivén del agua que fluye sobre ellas. Su apariencia es hermosísima, ya que en cada una hay una perla brillante.